Bosques mediterráneos
El cambio climático y el nitrógeno reactivo se consideran dos de los factores más influyentes de la pérdida de biodiversidad en los ecosistemas mediterráneos.
Desde la Convención sobre Contaminación Atmosférica Transfronteriza a Larga Distancia de Naciones Unidas (CLRTAP) se negocia el control de la emisión de nitrógeno al medio ambiente con objeto de prevenir sus efectos, reuniendo ciencia y política para el establecimiento de límites de emisión de acuerdo con indicadores ambientales como las cargas críticas. La estrategia de futuro para el control del nitrógeno exige contemplar conjuntamente los efectos de la contaminación atmosférica y el cambio climático sobre la biodiversidad, fomentándose por ello la investigación sobre modelización dinámica de cargas críticas e incorporando variables biológicas.
Teniendo en cuenta la escasez de estudios y la relevancia de esta problemática en los ecosistemas mediterráneos, investigadores de CIEMAT, CREAF y la Universidad de Navarra crearon en el año 2011 una red de seguimiento constituida por tres parcelas forestales distribuidas en tres bosques de encina (Quercus ilex) como representantes de los encinares continentales ubicados sobre sustratos calcáreos (Carrascal, Navarra), de los encinares litorales desarrollados sobre sustratos silíceos (Barcelona) y de los encinares continentales asentados sobre sustratos ácidos (Tres Cantos, Madrid). Además, se añadió una cuarta parcela forestal constituida por un hayedo (Fagus sylvatica) localizado en la zona atlántica de Navarra. Desde entonces, se viene realizando un seguimiento para la monitorización de diferentes parámetros ambientales: caracterización del depósito húmedo y seco, química del suelo, química foliar, meteorología, química del aire, biodiversidad, etc.
Los ecosistemas forestales ubicados en Barcelona y Navarra se encuentran integrados en sendos Parques Naturales: Collserola y Señorío de Bertiz, declarados como tales en 2010 y 1984 respectivamente debido a su alto valor ecológico. Por su parte, la parcela de Tres cantos (Madrid) se encuentra ubicada dentro del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, constituido en 1985 y declarado posteriormente (1993) Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
Los resultados obtenidos en esta red son utilizados para la aplicación de modelos dinámicos de cargas críticas, que permiten determinar el efecto combinado de la contaminación por nitrógeno y el cambio climático en la biodiversidad de los ecosistemas mediterráneos.